El contrato de renting es un contrato libre, aunque suelen ser configurados como contratos de adhesión. Por su naturaleza, no existe regulación específica y se rigen por las normas de arrendamiento generales fijadas en el Código Civil.

Son dos modalidades de arrendamiento financiero con beneficios aptos para necesidades específicas. Las ventajas del renting respecto al leasing son de índole burocrático, pues el renting es un gasto contable que no es necesario amortizar y que puede ser derivado del impuesto de sociedades, dos características que no aplican a los contratos de leasing.

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